miércoles, 18 de febrero de 2015

Un paseo por Soneja



Hoy con los compañeros del Taller de Empleo “Ruta Turística Alto Palancia hemos salido a conocer Soneja.
Museo del yeso

Recorremos el pueblo empezando por el Museo del Yeso, donde Miguel Ángel, "adl" del ayuntamiento, nos lo explica todo muy bien y con muchos detalles.
Bajada de la cisterna


También nos ha enseñado la antigua Cisterna que abastecía de agua a la población, actualmente está restaurada. Podemos visitar su interior  y admirar  sus arcos y oberturas de entrada del agua.
Calle Tres Revueltas


Seguimos nuestro itinerario visitando la iglesia, dedicada a San Miguel Arcángel, fue construida en 1751 y está en perfecto estado. Recorremos las calles de alrededor, que son las más antiguas del pueblo.Vemos fuentes, retablos cerámicos, los dos lavaderos que hay y el” allenador.”

Hacemos una pequeña parada, tomamos un café y retomamos nuestra ruta por la calle Maestro Aguilar, donde se encuentra la ermita de San Francisco Javier. Es muy bonita por dentro y de las pocas que tiene coro y en la bóveda del techo conserva frescos originales de la época (S.XVII), muy interesantes.
Ermita de San Francisco Javier

 Salimos por la carretera que conduce a Azuébar, donde a pocos metros iniciamos nuestra particular ruta del agua. Primero, nos encontramos el  molino, el de "Pere", está muy deteriorado pero aún quedan los ruejos.
 El siguiente es el de Giordano o de "contra", aquí el mismo Giordano nos explica como trabajaban ya que él vivía allí de joven con sus padres. Pasamos un buen rato con sus anécdotas, lo dejamos trabajando en su huerta. 

Nosotros nos dirigimos por la orilla del río a ver el observatorio de aves, es perfecto para pasear con niños. Continuando camino llegamos a una zona recreativa y una chopera donde hay mesas de madera para comer y pasar un buen día.

El último molino que vemos es el de la Fábrica de la Luz, antiguo molino harinero. En el camino que transita junto al muro lateral de la fabrica, se aprecian unas vetustas prensas excavadas en la propia roca empleadas, con mucha probabilidad, para la extracción de aceite en otras épocas.
Prensa excavada

Ya hemos terminado la ruta, ahora a comprar a la carnicería, donde hacen una morcilla de pan buenísima y a la panadería a por pan y pastas.

Bueno, espero que os guste la visita, para mi ha sido un día genial y muy entretenido.

¡Hasta pronto!











lunes, 16 de febrero de 2015

De ruta por Azuébar y alrededores

El pasado 21 de enero, desde el Taller de Empleo "Ruta Turística Alto Palancia", realizamos nuestra primera visita formativa, para conocer la comarca, a la villa de Azuébar.
Antes de realizar la visita, estuvimos recabando información de los lugares de mayor interés y creamos una ruta.
Azuébar, es un pequeño municipio con encanto, perteneciente a la comarca del Alto Palancia, se encuentra situado a pocos kilómetros de  Valencia y a quince minutos de playas como las de Sagunto, Canet, Moncófar, Almenara, etc., y está dentro del Parque Natural de la Sierra Espadán.

Desde la carretera de acceso al pueblo  llama la atención del visitante su castillo, vigilante, dominando la población, así como, a su derecha, la "piedra ajuerá", altiva montaña en cuya cumbre tiene un agujero que la atraviesa de parte a parte y donde, cuentan los lugareños, sólo en el solsticio de invierno la  atraviesan los rayos del sol.

Peña "aujereá"

Cruzando la rambla, siguiendo la senda fluvial, llegamos al paraje conocido como "Fuente la Teja". El lugar es agradable, bancos de madera rodean un pequeño lago y en sus proximidades  una red de acequias conducen a un azud que distribuye las aguas para el riego.
Una antigua destilería de anís y una peculiar fuente dentro de una cueva conforman un paisaje sólo mejorado por la arboleda que la cubre.



Destilería
Paseando entre huertas llegamos al pueblo, damos una vuelta por las singulares calles que  rodean la Iglesia parroquial, del siglo XVII , conserva aún en un despacho los frescos originales y en su fachada, a un lado de la puerta, una cruz templaria y al otro lado una lápida funeraria de época romana. Rodeando la Iglesia, zigzagueando por sus callejuelas, nos entretenemos en admirar distintos retablos cerámicos que adornan algunas fachadas dedicados a los patronos del pueblo  San Roque, San Mateo, San Blas  y de ahí  llegamos por fin, a la carnicería y al horno donde podemos degustar los dulces y pastas típicas de la zona y los embutido tradicionales.
Frescos de la iglesia
Cruz Templaria





                                       






Decidimos almorzar en el paraje conocido como "las carboneras", está algo alejado del pueblo pero merece la pena acercarse; el sitio es muy agradable: además de una fuente de piedra  hay paelleros, banquitos de obra, columpios, unas vistas estupendas sobre la rambla y frondosos pinos que hacen buena sombra.
Enlazamos con la senda que sube al castillo, de gran interés por los restos que podemos encontrar de sus muros, torre vigía y aljibe. 



Castillo
Aljibe del castillo






                   


Debo decir como Azuebera que el pueblo es precioso, recogido y entrañable. El casco antiguo ha sido declarado por la Generalitat Valenciana Bien de Relevancia Local y conserva todo su encanto tradicional, con sus calles adoquinadas y las casas bien restauradas,en su mayoría respetando las fachadas de piedra .

                                                   
Calle subida al castillo
Plaza de la Iglesia



















Comentaros  que tiene dos restaurantes y bares con un horario amplísimo, limpios, donde prima la cocina tradicional y platos de cuchara; si pensáis en pernoctar, el alojamiento rural "Casa de la luna" es una buena idea. En fin, un buen destino para pasar unos días de descanso donde sus vecinos os recibirán con amabilidad.
 Os recomiendo la visita