El pasado 29 de abril, los componentes del Taller de Empleo "Ruta Turística Alto Palancia", salimos a realizar una visita formativa al Santuario de la Cueva Santa.
El paraje pertenece al término de Altura, aunque se encuentra a 12 km. de la población.
La subida al Santuario discurre por una estrecha carretera que aumenta su desnivel bruscamente apenas abandonas el núcleo urbano y los campos de cultivo, poco a poco, van cediendo espacio a vastos pinares y altas cumbres.
Es en una de ellas en la que nos damos de bruces con la Cueva Santa.
Por fuera aparenta ser una edificación de mediados del siglo pasado, con poco adorno, de ladrillo blanco con un sencillo jardín rodeándolo y un "llidoner" de grandes dimensiones en su entrada.
Todo cambia cuando traspasas el umbral adintelado de su puerta, que te recuerda con un cartel que estas en un lugar dedicado a la oración y por ello la obligación de guardar un respetuoso silencio.
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| Puerta de entrada al Santuario con Amparo. |
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| " Llatoner" monumental |
Ante nuestros ojos, abruptamente, una gruta aparece delante de nuestros ojos.
El cambio de temperatura, humedad e iluminación deja al visitante perplejo unos segundos, y percibes enseguida la abrumadora serenidad del lugar y la paz que desprende, el aroma de los numerosos ramos de flores allí depositados por los fieles y el silencio...
Descendemos por las escaleras labradas en la roca de la cueva aprovechando cavidades imposibles y con retablos cerámicos, adosados a la pared como ofrendas, explicativos de los milagros realizados por la Virgen.
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| Escalera de la gruta |
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| La cueva por dentro |
Abajo la gruta se abre, dejándonos ver la preciosa talla de la Virgen de la Cueva Santa en su Altar, sencillamente en su belleza y el entorno en el que se encuentra.
El techo de la cueva, bastante bajo en algunos sitios, permite observar diversas formaciones carsticas formadas por el gotear constante de las aguas subterráneas que allí se encuentran. También permite la altura pasar la mano y empaparse de agua para humedecer la frente, la cara o alguna zona enferma o dolorida.
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| Altar Mayor de la Virgen de la Cueva Santa |
La tradición y la fe van cogidas de la mano en esta comarca y son muy numerosas las procesiones y romerías que se realizan, sobre todo en el mes de mayo, desde varios pueblos de la zona como, por supuesto, Altura, Geldo, Segorbe, Alcublas... además de visitantes por su propia cuenta, ya que, aunque lo tradicional es subir a pie todo el trayecto por sendas y caminos señalizados, también hay muy buen acceso en coches y autobuses contando la propiedad con una amplia zona de aparcamiento.
El que desee acercarse a visitar el Santuario lo puede hacer cuando quiera. Al frente de la pequeña tienda de recuerdos adosada al mismo está la señora Amparo, quien también realiza labores de información al visitante, con un cariño y una amabilidad extrema en el trato y en las explicaciones, con mimo y paciencia, notandosele la devoción, el amor y el respeto que siente por la Virgen de la Cueva Santa y el Santuario que la envuelve.
Accedió a hacerse una foto con el grupo y queremos desde estas lineas agradecerle sus atenciones.
Tuvimos la suerte de subir al Santuario en un dia maravilloso y decidimos dar una vuelta por los alrededores del mismo.
Podemos admirar, entre pinos y carrascas, el Vía Crucis, rematado por un mirador impresionante sobre toda la sierra y con una cruz de piedra.
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| Panorámica del Santuario |
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| Cruz de piedra en el mirador |
Acabamos la visita formativa documentando una última zona que nos quedó pendiente : " los pocicos" de la Mena o "pozo de la Alubia".
Esta maravilla de la naturaleza nos ofrece un final de jornada inesperadamente espectacular.
Aguas cristalinas de tonos turquesa se avalanzan contra las lisas rocas creando pozas y remolinos, tranquilos remansos y saltos de agua que hacen al grupo saltar y reír como a niños y haciéndonos regresar a casa con una sonrisa en la cara.
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| Salto de agua de una poza a otra |
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| Aguas color turquesa |
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| Vista general de una parte de las pozas con el puente. |
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