viernes, 15 de mayo de 2015

Jérica, patrimonio y naturaleza.

Desde el Taller de Empleo "Ruta Turística Alto Palancia" decidimos visitar Jérica esta semana.

Con una población superior a los 1.500 habitantes y una extensión de casi 80 km cuadrados se alza Jérica, a 520 m. sobre el nivel del mar.
Este dato es importante  recordarlo, pues gracias a este emplazamiento privilegiado, al ser el camino natural entre Valencia y Teruel, se convierte en plaza fuerte en las distintas contiendas en las que nuestra comarca se ha visto involucrada desde tiempo inmemorial. De ahí la cantidad de murallas, torres defensivas, castillo, etc. que encontraremos, siendo Jérica uno de los pueblos mas importantes de la comarca en cuanto a  historia y recursos se refiere.

Torre de la Muralla





Tampoco vamos a pasar por alto su magnífico entorno natural, donde el Palancia moldea a su antojo preciosos rincones y remansos, llenos de encanto, con zonas para practicar escalada, áreas recreativas con paelleros y columpios que seguro hacen de la " Vuelta de la Hoz" un paseo estupendo, salpicado de azudes y molinos, saltos de agua y diversas acequias que nos recuerdan el pasado árabe de la población. Allí se obtiene una perspectiva del castillo distinta de la vista que se tiene desde el pueblo y se da uno cuenta de la inaccesibilidad del mismo por los altos cortados de piedra que lo rodean y lo defendían de forma natural.




Vuelta de la Hoz
                                   








Azud











Campanario y muralla del castillo



















Los jericanos están, como no podía ser de otro modo, orgullosos de su gran legado histórico, que respetan y se esfuerzan en mantener, ya sea con donaciones a su museo o con su participación en todas las celebraciones tanto religiosas como paganas que, con un origen ancestral, repletan su calendario.

El recorrido urbano de Jérica es estupendo, gracias en su mayor parte a David Navarro, técnico del Ayuntamiento, que realiza labores de guía turístico y nos dejó asombrados con sus explicaciones y lecciones de historia. Nos abrió las puertas de iglesias y ermitas, del museo municipal, así como  de la Torre Mudéjar, símbolo de Jérica.
Como jericano se le nota el orgullo y el amor a su pueblo.

Subir al campanario de la torre es muy instructivo, además de ver como vivían los campaneros y los mecanismos y distribución de la torre interiormente pudimos ver las campanas, datadas en 1.802 y sobre todo las vistas, abrumadoras. David, con los conocimientos históricos que posee, nos puso en situación, imaginándonos, por momentos, a las tropas del rey Jaime I, asediando a la población, con sus murallas y sus torres vigías.

Detallar todas las cosas que vimos en Jérica seria imposible de explicar en tan poco espacio, la Iglesia del Socós, la Iglesia de la Sangre de Cristo, la Iglesia Parroquial de Santa Águeda, el portal de San Joaquín y Santa Ana, fuentes, parques... hay que ir a verlo.

Ermita del Socós


Los bajos del Ayuntamiento mantienen una espectacular exposición de lápidas funerarias, inscripciones romanas, columnas y distintos elementos de construcción y decoración de distintas épocas, la mayoría de las piezas son hallazgos de algunos vecinos que, muy generosamente, han donado al pueblo para regocijo de propios y extraños.



Además de estas piezas podemos visitar el Museo Municipal, donde se exponen vasijas y piezas líticas halladas en el término, de época neolítica incluso, retablos cerámicos, jarrones y, lo que constituye un tesoro para el pueblo: el Pendón de la Reconquista y el Retablo de San Jorge del siglo XV.


Pendón de la Reconquista
     
Sepulcro de la exposición en los bajos del ayuntamiento.


Tal es la magnitud e importancia de la colección que en el año 1.962 fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional.



No cabe duda de que Jérica es un pueblo que todo el mundo encuentra interesante, donde se preocupan mucho de poner en valor su historia, donde la naturaleza es pieza importante y su Ayuntamiento colabora en que así sea.






Se celebran fiestas únicas en su género, como la llamada " Vole y Bacalá", la Feria de Artesanía y Turismo con Mercado Medieval.


La llegada de la primavera, con todos los almendros en flor, no hacen si no dibujar con mano experta el paisaje de un pueblo maravilloso.




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